Europa se ha marcado como uno de sus grandes retos la implantación de una estrategia de Economía Circular que apueste realmente por la sostenibilidad. Esto significa, entre otros hitos, implementar medidas y ayudas que sirvan para alargar la vida útil de materiales como el plástico.

El principal documento para sostener esta iniciativa fue presentado por la Comisión Europea en 2018, con el nombre de ‘Estrategia Europea para el plástico en una Economía Circular’. En él se fijó que, en 2030, el reciclaje de plástico en el continente debe ser una industria rentable. Además, la Unión Europea (UE) fijó como otro objetivo el que para 2025 se recicle el 65% de los envases plásticos y se incluya un 25% de rPET en botellas. En 2030, el desafío es que todos los envases de plástico que se comercialicen sean 100 % reciclables.

En 2030, Europa quiere que todos los envases de plástico que se comercialicen sean 100% reciclables y rentables

Las ventajas del rPET

El PET o tereftalato de polietileno, es un polímero que posee unas propiedades químicas y mecánicas únicas que le convierten en un material idóneo para el envasado de los alimentos. Tanto es así que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) puede aceptar que sea el único polímero reciclado que se transforme de nuevo para su uso en la industria de la alimentación, a través de los envases rPET. Su uso progresivo en los próximos años contribuirá decisivamente a que se implante una Economía Circular en Europa, ya que es un material apto para el contacto con alimentos y, por lo tanto, para productos de consumo humano.

El rPET posee unas propiedades únicas que le hacen idóneo para su utilización en la industria alimentaria

Además, el rPET incorpora una serie de ventajas muy importantes:

  • Rebaja considerablemente el uso de combustibles fósiles, genera menos huella de carbono en su fabricación que otros materiales y es completamente reciclable.
  • Es resistente, flexible y, sobre todo, ligero. Esta última característica es importante para su transporte, ya que tiene un menor impacto medioambiental en su logística que otros materiales.
  • Tiene una mayor resistencia química y térmica.
  • Permite al consumidor ver lo que alberga en su interior al ser transparente.
  • Presenta una elevada resistencia a la abrasión.
  • Posee una buena resistencia ante roturas.
  • Es fácilmente limpiable.
  • Su coste de producción es sensiblemente menor que el de otros materiales, lo que implica un menor consumo de agua y de energía.

El futuro del rPET

Cada año, se producen algo más de 350 millones de toneladas de plástico, de las que casi 70 millones de toneladas se generan en Europa. Sin embargo, a pesar de sus demostradas ventajas, la producción de PET ni siquiera llega al 10% sobre el total.

Para que se pueda producir un mayor volumen de envases rPET es necesario mejorar los sistemas de recogida de los materiales que lo contienen para su posterior reciclaje, lo que implica tanto una mayor concienciación social como implementar mecanismos de optimización en la gestión y de la posterior clasificación de los residuos. De hecho, el trabajo de separación en las plantas de reciclaje es crítico para generar balas de PET con la mayor calidad posible, de manera que, más adelante, se puedan transformar por medio de procesos de súper-limpieza aprobados por la EFSA para, en su estadio final, volver a comercializarse para sectores como el de la alimentación o el de la automoción.

En España, todavía no se ha logrado alcanzar la producción estimada de rPET para cumplir con las exigencias de la UE. En los próximos años, el país debe mejorar la productividad de su infraestructura de reciclaje para, por un lado, cubrir la demanda creciente de envases de este material y, por el otro, lograr abaratar su precio al aumentar su oferta en el mercado.

Por ello, es fundamental la labor de empresas que apuesten por la innovación y la mejora del reciclaje del plástico. Este es el caso de, por ejemplo, RepetCo, que ofrece un sistema patentado propio, respetuoso con la naturaleza, a través de envases de PET/PE multicapa alimentarios de origen postconsumo. Por medio de un proceso único, se generan rPET pellets y rPE que pueden ser utilizados de nuevo en la industria alimentaria con bandejas y envases de láminas multicapa de PET/PE; en botellas para refrescos o detergentes; y en fibras para la industria textil y del automóvil.

Si se logra incrementar el volumen de comercialización de rPET en el mercado durante los próximos años la posibilidad de conseguir implementar una Economía Circular real en Europa estará mucho más cerca. En este tránsito, todos tenemos nuestra responsabilidad para promover que se desechen los residuos correctamente, urgiendo a los estamentos públicos a que pasemos de una linealidad a una circularidad que, en definitiva, contribuya positivamente a la sostenibilidad del planeta en el que vivimos.

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