Reciclar plástico es una tarea vital para la sostenibilidad del planeta. El impacto medioambiental de este material es demoledor, dado que gran parte de sus componentes no son biodegradables y son, además, contaminantes. En cuanto a los vertederos, en muchos de ellos el plástico contribuye a la liberación a la atmósfera de metano, un gas tan destructivo como el dióxido de carbono. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada kilogramo de plástico reciclado evita la emisión a la atmósfera de en torno a 1,5 kilogramos de CO2.
Aunque solo este dato ya serviría para justificar el por qué es necesario apostar a nivel global por el reciclaje de plástico, existen otros beneficios muy importantes, como la reducción del impacto negativo sobre los ecosistemas terrestres y acuáticos, el ahorro en el consumo de energía eléctrica y de origen fósil no renovable, o, desde el plano económico, el ahorro en los hogares, dado que el plástico reciclado puede permitir que muchos productos tengan un coste final sensiblemente inferior para los consumidores.
Para qué sirve el PET
No todos los tipos de plásticos se pueden reciclar ni contaminan igual. Por ejemplo, la mayoría de los poliestirenos, que se utilizan para embalajes o en la industria automovilística, hoy son imposibles de reciclar, mientras que el policloruro de vinilo, usado en cables y botellas, está considerado como uno de los más peligrosos para el planeta. Posiblemente, el más usado a nivel mundial es el tereftalato de polietileno (PET), habitual en distintos envases de bebidas y de productos textiles.
Una de las características más importantes del PET es que es totalmente reciclable. Este tipo de plástico se puede reciclar mediante distintos tipos de procedimientos, aunque es el reciclado mecánico el que más habitualmente se utiliza. Tras reciclarse, da origen a un material denominado rPET que tiene múltiples aplicaciones en sectores como el de la alimentación y bebidas o el segmento farmacéutico.
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RepetCo, a través de un sistema patentado propio y respetuoso con el medioambiente, trabaja con envases de PET/PE multicapa alimentarios de origen postconsumo. Por medio de un proceso único, se generan rPET pellets y rPE que pueden ser utilizados de nuevo en la industria alimentaria con bandejas y envases de láminas multicapa de PET/PE; en botellas para refrescos o detergentes; y en fibras para la industria textil y del automóvil.
Ventajas de los envases PET
La utilización del PET comporta una serie de beneficios, tanto desde el punto de vista económico como asociados al propio material. Sobre este segundo punto, cabe destacar:
- Son más resistentes a los agentes externos.
- Tienen una mayor resistencia química y térmica.
- Por regla general, son más ligeros que otros materiales, lo que facilita su transporte y, con ello, se reduce el consumo de energía.
- Permiten al consumidor ver lo que albergan en su interior al ser transparentes.
- Presentan una elevada resistencia a la abrasión.
- Gozan de gran flexibilidad y tienen una buena resistencia ante roturas.
Bajo una perspectiva económica, el PET tiene un menor coste de producción que otros productos y, al ser fácilmente limpiable, provoca un menor consumo de agua. Gracias a que es completamente reciclaje, ofrece, desde el punto de empleo, la posibilidad de generar un elevado número de puestos de trabajo para su producción, recuperación y procesos de reciclado destinados a su transformación y valorización.
De hecho, el nuevo modelo de economía circular por el que se está apostando desde la Unión Europea y desde otras regiones del planeta está contribuyendo tanto a generar nuevos perfiles profesionales relacionados con el reciclaje como a la creación y crecimiento de empresas relacionadas con esta industria, bien sea para su explotación o bien para iniciativas relacionadas con la innovación.
De acuerdo a las previsiones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la economía circular en su conjunto generará 24 millones de empleos en todo el mundo hasta el año 2030. Dentro de ella, este organismo señala que la industria con un mayor potencial será la de la gestión de los residuos.
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