El cambio climático está cada vez más interiorizado, pero no solo en los valores y la conducta de cada individuo, sino también en las políticas de gestión. Ejemplo de ello es que el 64% de los españoles considera que la acción contra el cambio climático se debe tener en cuenta en la recuperación económica que afronta el país, según una encuesta elaborada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en colaboración con el grupo especializado en sondeos BVA.
En este sentido, España, junto con Alemania, Francia y Malta, está a la cabeza de los países de la Unión Europea que consideran que la recuperación debe servir para combatir también las emisiones de gases de efecto invernadero. Para alcanzar estos objetivos, la organización Zero Waste Europe acaba de publicar un informe en el que destaca la importancia de la financiación sostenible para una economía circular de cero residuos en la recuperación post-COVID-19.
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El informe, titulado «Financiación Sostenible para una Economía Circular de Cero Residuos», aborda temas tan cruciales como la falta de claridad que existe en torno lo que define exactamente una Economía Circular de Cero Residuos. Y es que, según una encuesta realizada entre 400 personas mayores de edad de todo el país por la App de consumo responsable, Gratix, un 34,5% de los consultados asegura haber oído algo sobre economía circular pero no sabría explicar en qué consiste, y un 19,5% reconoce no haber oído hablar nunca de este nuevo modelo económico. Un modelo por el que están apostando cada vez más las instituciones a nivel global para avanzar hacia un sistema de producción y consumo más sostenible.
Un 34,5% de los consultados asegura haber oído algo sobre economía circular pero no sabría explicar en qué consiste
Para esclarecer las dudas ante ello, desde Zero Waste Europe, establecen una serie de actividades que, según los autores del informe, deben ser incluidas y priorizadas en la Taxonomía de Finanzas Sostenibles de la UE, dados sus beneficios sociales, económicos, climáticos y ambientales. Algunas de ellas son:
- Establecer sistemas de separación de residuos: Separar los residuos en el momento de recolectarlos cuando ha acabado su vida útil facilita que sea reutilizados, reparados o reciclados.
- Implantar sistemas de reciclado o de reutilización: Establecer centros y redes de reutilización de productos, tanto públicos como privados, para recoger residuos que puedan ser reutilizados antes de que se abandonen a su suerte para poder darles una segunda vida.
- Reciclar: Se trata del proceso básico y fundamental cobre el que se rige la Economía Circular y se basa en recoger objetos que han llegado al final de su vida útil y reconvertirlos en nuevos materiales, para darles continuidad y evitar que se conviertan en residuos de por vida. La clave aquí está en que el sistema de reciclado también sea respetuoso con el medio ambiente. Esto es lo que ha conseguido Repetco al encontrar una tecnología innovadora de reciclado mecánico de envases PET/PE.
- Compostaje de residuos orgánicos: Separar los residuos orgánicos a través del compostaje, con la consiguiente producción de abono para que este pueda utilizarse como fertilizante de suelos.
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Por último, el informe considera que tecnologías como la incineración de residuos con recuperación de energía, el reciclado químico o los combustibles derivados de residuos para su uso en cementeras son “soluciones falsas” y “altamente contraproducentes” para lograr las metas y objetivos de la financiación sostenible.