La apuesta por una Economía Circular basada en el reciclaje trae beneficios tanto desde el punto de vista medioambiental como económico y de empleo.

Los europeos generamos alrededor de 25 millones de toneladas de residuos plásticos cada año. Sin embargo, apenas la tercera parte llega a las plantas de reciclaje para darle así una nueva vida útil a este material. En 2018, la ‘Estrategia Europea para el plástico en una Economía Circular’, presentada por la Comisión Europea, fija que para 2025 se recicle en la Unión Europea el 65% de los envases plásticos y se incluya un 25% de rPET en botellas. En 2030, el reto es conseguir que todos los envases de plástico que se comercialicen sean 100 % reciclables. Con estos y otros compromisos se pretende afianzar una Economía Circular en el continente, de manera que se esté más cerca de alcanzar en el futuro el desafío de cero residuos.

El reto es lograr que en 2030, todos los envases de plástico que se comercialicen sean completamente reciclables

Sentar las bases de una nueva economía

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el actual sistema económico mundial en el año 2050 habrá más cantidad de plástico en el mar que peces. En el caso europeo, y de acuerdo a las cifras de Eurostat, cada europeo genera una media de 34 kilos de residuos de envases de plástico al año, cifra que ha crecido un 25% solo en la última década.

Para favorecer tanto una reducción en la generación de desechos plásticos como un incremento en su reciclaje, desde el Parlamento Europeo se han impulsado diferentes iniciativas a lo largo de los últimos años. En 2015, por ejemplo, se aprobó la restricción de las bolsas de plástico de usar y tirar, mientras que en 2019, el Pacto Verde Europeo ratificó que para 2030 el 55% de los residuos de embalajes plásticos tendrá que ser reciclado. También se han aprobado otras iniciativas recientemente, como la introducción de estándares de calidad para los plásticos secundarios o el diseño de normas obligatorias sobre el contenido mínimo de reciclado de determinados productos.

El reciclaje no es simplemente una cuestión medioambiental sino que, como analiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe ‘Policy brief on making the most of the social economy’s contribution to the circular economy’, también favorece un modelo rentable desde el punto de vista económico. Y es que, como afirma el documento, el reciclaje propicia el desarrollo de actividades circulares, hace más inclusiva la transición ecológica, favorece los modelos y las prácticas de colaboración entre empresas de distintos sectores, mejora la aceptación de las tecnologías verdes por parte de la población y promueve, en general, un comportamiento más circular de la sociedad.

El reciclaje de plástico promueve el desarrollo de actividades circulares favoreciendo el beneficio económico

Tanto es así que el informe de la OCDE, basándose en los datos de la red internacional sin fines de lucro que representa a las empresas sociales activas en el campo del sector de reutilización, reparación y reciclaje (RREUSE), sentencia que las empresas sociales generan entre 40 y 100 puestos de trabajo por cada 1.000 toneladas de material recolectado y valorizado para actividades orientadas a la reutilización. Es decir, que si las compañías que trabajan en la industria del reciclaje logran reforzar en los próximos años sus sinergias y las vías de colaboración con las iniciativas institucionales de carácter social y circular, se incrementará todavía mucho más el impacto positivo en la economía y en el empleo.

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Cómo se aborda el reciclaje de plástico

El PET es el principal material reciclado de plástico en Europa, que cuenta con las máximas certificaciones de seguridad, lo que le convierte en un elemento completamente seguro. Esto es así por sus propiedades únicas, que hacen que resulte muy atractivo para numerosas industrias. Entre ellas, cabe destacar su gran ligereza, su transparencia (que hace que sea idóneo para los envases que se utilizan para el consumo, por ejemplo, en el sector de la alimentación), el alto nivel de resistencia y de impermeabilidad que posee frente a microorganismos y líquidos, la resistencia al calor y a la abrasión, la gran flexibilidad que soporta o que es totalmente reciclable, en muchos casos, indefinidamente.

Para favorecer la producción de PET, resulta fundamental la labor de empresas como REPETCO, que recicla mediante un sistema patentado propio y respetuoso con el medioambiente envases de PET/PE multicapa alimentarios de origen postconsumo. Ello permite generar rPET pellets y rPE que podrán ser utilizados de nuevo en la industria alimentaria con bandejas y envases de láminas multicapa de PET/PE; en botellas para refrescos o detergentes; y en fibras para la industria textil y del automóvil. Se trata de un procedimiento único que es sostenible, respetuoso con el medioambiente y sin la utilización de combustibles contaminantes.

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