El PET es el material plástico más utilizado en alimentación gracias a los beneficios que aporta tanto a las empresas del sector como a los consumidores.

El Tereftalato de Polietileno (PET) aporta un enorme abanico de ventajas a las industrias que apuestan por su utilización. En el caso del sector alimentario, los envases elaborados con PET permiten garantizar una máxima calidad en los productos que consumimos, por lo que se ha extendido su uso a un sinfín de tuppers, botellas, bandejas o vasos. Por todo ello, el PET dispone de los procesos autorizados de reciclado para el envasado de alimentos y cumple con todos los requisitos de seguridad que exige la Unión Europea (UE).

Por qué se utiliza el PET en alimentación

Los envases de alimentación elaborados con PET incorporan todas las características que hacen de este material un aliado clave para muchos segmentos de actividad. Es resistente ante roturas, lo que posibilita que los alimentos mantengan sus propiedades intactas hasta que llegan a nuestra mesa. Además, es flexible y ligero, goza de una notable resistencia química y térmica así como un consistente aguante contra la abrasión.

Por otro lado, gracias a su transparencia, los consumidores pueden observar en los supermercados los productos que desean adquirir. Desde una óptica económica, su coste de producción es sensiblemente menor que el de otros materiales, ya que implica un menor consumo de agua y de energía.

Junto a todas estas propiedades, cabe destacar que el PET estimula la protección del medioambiente, gracias a que, por ejemplo, su menor peso implica que se consuma menos combustible en su transporte. También es preciso citar, desde el punto de vista de la sostenibilidad, que los envases PET pueden reciclarse durante muchas veces sin que pierdan sus propiedades.

El PET aporta un importante número de ventajas para la industria alimentaria, como su resistencia y flexibilidad, su transparencia o una gran ligereza

Cómo se garantiza la seguridad alimentaria

Todos los envases que se destinan a la alimentación en la Unión Europea (UE) deben cumplir con un Reglamento Marco sobre objetos y materiales destinados a entrar en contacto con alimentos. De este modo, se pretende garantizar que en los productos reciclados no haya sustancias nocivas, como las que se encuentran en tintas o en etiquetas de los productos que albergaban anteriormente y que pudieran ser absorbidos por el polímero.

Para verificar que los plásticos reciclados cumplen con esta normativa, todos los envases superan exhaustivos exámenes en los que se estudia la posible migración de compuestos contaminantes a través de fases del reciclado, como el triturado o el lavado. En este sentido, el PET también resulta un material idóneo para el reciclaje porque, además de sus propiedades, cabe citar otras propias adecuadas para el proceso de reciclado, como por ejemplo:

  • Posee una capacidad muy baja de absorción de contaminantes y una escasa contaminación proveniente de tintas.
  • Es sencillo poder separar el PET del resto de tipos de plástico durante el reciclaje.
  • Resulta fácil eliminar materiales no aptos para el reciclado, como los tapones o las etiquetas.
  • Precisa de pocos aditivos, lo que significa que su potencial migración a los alimentos es sensiblemente menor que en el caso de otros plásticos.

Todos los envases PET pasan por rigurosos exámenes para asegurar la máxima calidad sobre los productos que llegan a los consumidores

Impulso regulatorio e innovación

De cara a favorecer una mayor presencia de envases PET en la economía y, en especial, en la industria alimentaria, se está trabajando desde el punto de vista normativo en documentos como el Plan de Acción de Economía Circular, impulsado desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), que incorpora a la gestión de los residuos como uno de sus ejes prioritarios de actuación.

Por su parte, en el plano industrial, cabe citar la labor de las empresas de reciclaje, que trabajan constantemente en innovación y en mejorar el volumen de los productos que son capaces de reciclar. Entre estas compañías, destaca el caso de REPETCO, que recicla mediante un sistema patentado propio y respetuoso con el medioambiente envases de PET/PE multicapa alimentarios de origen postconsumo. Esto permite generar rPET pellets y rPE que podrán ser utilizados de nuevo en la industria alimentaria como bandejas y envases de láminas multicapa de PET/PE; en botellas para refrescos o detergentes; y en fibras para la industria textil y del automóvil. Se trata de un procedimiento único que es sostenible, respetuoso con el medioambiente y sin la utilización de combustibles contaminantes.

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