Los sectores, organizaciones, empresas y gobiernos de todo el mundo trabajan día a día con el objetivo de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030), también conocidos por sus siglas ODS, una iniciativa impulsada por Naciones Unidas que marca la senda a seguir para luchar contra el cambio climático y la desigualdad económica, promover la innovación, el consumo sostenible, la paz y la justicia, entre otras prioridades. Así, la industria del plástico no es ninguna excepción: los actores involucrados en este sector contribuyen a alcanzar cinco de los 17 objetivos.

ODS 3: Cuidado de la salud y el bienestar

Uno de los primeros ODS se centra en garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades. A día de hoy, el mundo entero se sigue enfrentando a una crisis sanitaria  sin precedentes: la COVID-19 está desestabilizando la economía mundial y cambiando drásticamente las vidas de miles de millones de personas en todo el mundo.

Algo que ha puesto sobre la mesa esta pandemia es la necesidad de que todos los países tengan los recursos y la capacidad para ofrecer una atención sanitaria de calidad a todo aquel que lo necesite, sea cual sea su patología. Pero ello no sería posible sin los muchos productos médicos hechos de plástico a los que ya estamos habituados, pero que resultan imprescindibles en la labor de los sanitarios.

Sin ir más lejos, solo con fijarse en lo que hay en la consulta de un médico ya se encuentra este material allá donde se mire: desde los guantes hasta las jeringas esterilizadas y las vendas adhesivas, también las bolsas de sangre intravenosa o las válvulas para el corazón. Y es que gracias a las propiedades de este material que hacen de barrera para las bacterias, los elementos de plástico son ideales para las aplicaciones médicas y facilitan la labor de los profesionales al mismo tiempo que garantizan la seguridad de los pacientes.

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Por otro lado, también es imprescindible estar preparados para hacer frente a nuevas enfermedades y retos en el ámbito de la salud, para lo cual las innovaciones del plástico hacen posible que se desarrollen nuevos procedimientos como un corazón de plástico artificial, plásticos resistentes a las bacterias o prótesis fabricadas a medida según las necesidades de un paciente gracias a la tecnología de una impresora 3D.

ODS 7: Energía asequible y que no contamina

El mundo está avanzando hacia la consecución de este objetivo haciendo que la energía sea más sostenible. Para ello, la Unión Europea se comprometió a reducir las emisiones anuales de CO2 en 780 millones de toneladas para 2020, lo que ha exigido que los responsables de la toma de decisiones, la industria y los consumidores trabajen codo con codo para conseguir un estilo de vida más ecológico.

En este sentido, el sector del plástico se ha sumado a este objetivo de varias formas: en los edificios, el plástico proporciona aislamiento eficaz contra el frío y el calor e impide las fugas de aire; en el caso de las energías renovables, las palas del rotor de los aerogeneradores y las placas fotovoltaicas contienen grandes cantidades de plástico, lo que ayuda a que la producción de esta energía sea eficiente.

ODS 9: Industria, innovación e infraestructura

La industrialización inclusiva y sostenible junto con la innovación y la infraestructura es lo que persigue el noveno de estos objetivos. Y, precisamente, la ciencia y la innovación han sido y continúan siendo el ADN de la industria de los plásticos desde hace más de un siglo. Al ser un material resistente y ligero, permite, por ejemplo, reducir el peso de un vehículo, por lo que se requiere menos energía para moverlo.


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También, los sistemas de aire acondicionado que se utilizan para enfriar hogares y oficinas y que aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero en forma de dióxido de carbono pueden ser sustituidos por una película que puede enfriar edificios sin el uso de refrigerantes y sin consumir energía para ello. Se trata de un invento de los científicos de la Universidad de Colorado.

ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles

Otro de los objetivos está relacionado con hacer las ciudades más sostenibles. Y es que el mundo cada vez está más urbanizado: desde 2007, más de la mitad de la población mundial ha estado viviendo en ciudades, y se espera que dicha cantidad aumente hasta el 60% para 2030, según Naciones Unidas, lo que supone un mayor consumo de recursos y, en consecuencia, que se genere mayor cantidad de residuos. En este sentido, acabar con los residuos plásticos en cualquier ambiente es la principal prioridad del sector.

Para ello, el reciclaje es la mejor alternativa, ya que se consigue reutilizar los envases y elementos de plástico que se consumen, dándoles una segunda vida y garantizando la reducción de los residuos plásticos.

ODS 14: La vida submarina

Como no podía ser de otra forma, otro de los objetivos establecidos para 2030 tiene que ver con la preservación de los océanos, ya que estos impulsan los sistemas mundiales que hacen de la Tierra un lugar habitable para el ser humano y gran parte de la comida e incluso el oxígeno los proporciona y regula el mar. De ahí que resulte imprescindible su cuidado y conservación, así como el de las especies que viven en él. En este sentido, al contrario de lo que pueda parecer, la industria del plástico está totalmente involucrada en alcanzar este objetivo. De hecho, existe una iniciativa global, la Operation Clean Sweep, que tiene el objetivo de evitar la pérdida involuntaria de pellets, derivados del plástico, y que terminen en el mar y que está coordinada a nivel europeo por Plastics Europe y en España, por la Asociación Española de Industriales de Plásticos (ANAIP).