La ruta circular del reciclaje del plástico tiene en el consumidor a su principal protagonista. Europa quiere en 2030 la implantación de una economía 100% circular
Alargar la vida útil de los productos, favoreciendo su reciclaje y su reutilización en el mayor número de industrias posibles es el principal objetivo de la economía circular que, en entornos como la Unión Europea, se ha convertido en una estrategia clave para los próximos años. El incremento en los volúmenes de recogida y selección de residuos, la innovación en los procedimientos de reciclaje y la reutilización constante de elementos como el plástico son hitos fundamentales para que la ruta circular del reciclaje crezca en los próximos años.
El viaje circular de un envase de plástico
La ruta circular en el reciclaje de plástico tiene en el consumidor a su agente más decisivo, ya que el primer y fundamental paso depende por completo de él. Cada uno de nosotros, separando los residuos que generamos, facilitamos enormemente la labor posterior de los recicladores. De hecho, cada vez un mayor número de personas decide, además, separar por su cuenta los residuos plásticos según su tipología, lavándolos y quitando las partes no reciclables para que luego se puedan llevar a los contenedores amarillos lo más aptos posibles para su tratamiento.
Más adelante y con carácter periódico, los servicios municipales de recogida de residuos cargan el contenido de los contenedores para llevarlo a plantas en las que se separan y se seleccionan los materiales. Una vez completado este proceso, se destinan a las plantas de reciclaje. En estos lugares, se suele llevar a cabo un proceso químico o mecánico de limpiado que devuelve a estos elementos a las mismas condiciones que el material virgen.
En el caso particular de REPETCO, se reciclan mediante un sistema patentado propio y respetuoso con el medioambiente envases de PET/PE multicapa alimentarios de origen postconsumo. Ello permite generar rPET pellets y rPE que podrán ser utilizados de nuevo en la industria alimentaria como bandejas y envases de láminas multicapa de PET/PE; en botellas para refrescos o detergentes; y en fibras para la industria textil y del automóvil. Se trata de un procedimiento único que es sostenible, respetuoso con el medioambiente y sin la utilización de combustibles contaminantes.
Completado todo el proceso, los residuos plásticos acaban por transformarse en nuevas materias primas que pueden volver a comercializarse. En el caso de los envases PET, se pueden reciclar varias veces, lo que significa que su vida útil dentro de la economía es elevada, algo crucial para garantizar el acceso a nuevos suministros a muchas industrias que, de este modo, pueden mantener su actividad.
Los beneficios del PET
Los envases elaborados con PET aportan un importante conjunto de ventajas a sus consumidores, entre las que cabe destacar:
- Son fáciles de almacenar, transportar y limpiar.
- Su peso ligero les convierte en idóneos para su transporte y su distribución, lo que contribuye de manera decisiva para reducir el consumo de combustibles fósiles y, por lo tanto, las emisiones de CO2 a la atmósfera.
- Gozan de una gran resistencia y flexibilidad.
- Permiten al consumidor ver lo que albergan en su interior al ser transparentes.
- Presentan una elevada resistencia a la abrasión.
- Poseen una buena resistencia ante roturas.
- Son fácilmente limpiables.
- Su coste de producción es sensiblemente menor que el de otros materiales, lo que implica un menor consumo de agua y de energía.
Claves de la Estrategia Europea de Economía Circular
Hacer realidad una estrategia de Economía Circular en Europa es uno de los grandes retos que se han marcado en los últimos años las instituciones comunitarias. El principal documento sobre esta iniciativa es la ‘Estrategia Europea para el plástico en una Economía Circular’, presentada por la Comisión Europea en el año 2018, y en donde se establece el compromiso de que, para 2030, el reciclaje de plástico en el continente sea una industria rentable.
Entre otros hitos, existe el desafío de que para 2025, se recicle en la Unión Europea el 65% de los envases plásticos y se incluya un 25% de rPET en botellas. En 2030, el reto es conseguir que todos los envases de plástico que se comercialicen sean 100 % reciclables.
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