Aunque el volumen de reciclaje de plástico en Europa ha mejorado, se están desarrollando iniciativas para aumentar el peso del plástico reciclado

De acuerdo a Eurostat, cada europeo genera una media de 34 kilos de residuos de envases de plástico al año, de los que en torno a 14 kilos se reciclan. A lo largo de la última década, el volumen de residuos de envases de plástico generado por habitante aumentó un 24%, mientras que el porcentaje de reciclaje de dichos residuos plásticos creció casi un 50%. Sin embargo, existe un amplio margen de mejora en ámbitos como la recogida de residuos plásticos, su llegada a las plantas de reciclaje o la calidad de algunos envases de plástico virgen, que impide que pueda reutilizarse o que provoca que resulte más costoso y complicado el proceso de reciclado.

Las iniciativas que se han puesto en marcha

Desde hace alrededor de una década, la Unión Europea (UE) está muy comprometida en favorecer una economía circular. En el caso particular del plástico, en 2015 el Parlamento Europeo aprobó la restricción de las bolsas de plástico de usar y tirar. Más tarde, en 2018, la Comisión Europea presentó una propuesta para atajar la cantidad de residuos plásticos que terminan en el mar, incidiendo en medidas específicas para luchar contra los plásticos de un solo uso.

Europa lleva una década comprometida con la economía circular a través de la mejora del volumen de reciclaje de plástico

Un año después, en 2019, el Pacto Verde Europeo exhortaba a que en 2030 un 55% de los residuos de embalajes plásticos tendrán que ser reciclados. Además, se desarrollaron otras iniciativas, como la introducción de estándares de calidad para los plásticos secundarios o el diseño de normas obligatorias sobre el contenido mínimo de reciclado de determinados productos. En paralelo, la Comisión ha ido publicando diversas normas en los últimos años encaminadas a reducir el volumen de microplásticos en el mercado.

¿Cómo se realiza el reciclaje de plástico?

En Europa, el principal material reciclado de plástico es el PET gracias a sus propiedades únicas, que hacen que resulte muy atractivo para numerosas industrias. Entre ellas, cabe destacar su gran ligereza, su transparencia (que hace que sea idóneo para los envases que se utilizan para el consumo, por ejemplo, en el sector de la alimentación), el alto nivel de resistencia y de impermeabilidad que posee frente a microorganismos y líquidos, la resistencia al calor y a la abrasión, la gran flexibilidad que soporta o que es totalmente reciclable, en muchos casos, indefinidamente.

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Además, el PET cuenta con las máximas certificaciones de seguridad, lo que le convierte en un material completamente seguro, y con una fabricación muy económica. De hecho, su reciclaje puede llevarse a cabo por tres vías:

  • Reciclaje mecánico: El plástico se separa, se limpia y se muele en las plantas de reciclaje, quitando los elementos tóxicos para generar después nuevos productos.
  • Reciclaje químico: A través de distintos procesos, como la metanólisis o la glicólisis, las moléculas de PET se separan para fabricar un nuevo PET.
  • Reciclaje energético: El PET se quema y se valoriza para generar calor que puede ser aprovechado por una fábrica para realizar alguna actividad industrial o para generar electricidad.

En el caso de, por ejemplo RepetCo, la compañía ha sido capaz de desarrollar un sistema patentado propio, respetuoso con la naturaleza, a través de envases de PET/PE multicapa alimentarios. Por medio de un proceso único, se generan rPET pellets y rPET que pueden ser utilizados de nuevo en la industria alimentaria con bandejas y envases de láminas multicapa de PET/PE; en botellas para refrescos o detergentes; y en fibras para la industria.

El despegue del reciclado mecánico en Europa

Según un estudio de AMI titulado ‘Mechanical Plastics Recycling 2022’, la producción de plásticos reciclados en 2021 mediante procesos de reciclaje mecánico fue de 8,2 millones de toneladas y se prevé que crezca a un ritmo del 5,6% anual hasta 2030. El año pasado, la tasa de reciclaje mecánico de plástico en Europa fue del 23,1%, con alrededor de 35 millones de toneladas de plástico que entraron en el flujo de residuos. De acuerdo a este documento, todavía una gran parte de los residuos que se genera en el Viejo Continente, no se recoge para su reciclado o se pierde en el proceso de clasificación, terminando finalmente en los vertederos.

Aunque el informe asegura que durante los próximos años se producirá un crecimiento muy significativo en el volumen de reciclado mecánico de plástico en Europa, también afirma que la pandemia de coronavirus ha provocado una reducción en el crecimiento de las plantas de reciclaje. Por ello, aboga por estimular desde el ámbito público el desarrollo de estrategias tanto para incrementar el volumen de residuos plásticos que se recicla en los hogares como el porcentaje de ese material que llega a las plantas para su tratamiento adecuado y posterior puesta a disposición de otras industrias para su reutilización.

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