El Polietileno Tereftalato (PET) fue desarrollado por primera vez para su uso en fibras sintéticas por la British Calico Printers en 1941, según informa Petcore Europe. Aunque originalmente se produjo para ese fin, poco tiempo después, a mediados de 1960, se comenzó a utilizar para películas de envasado y, a principios de 1970, se comercializó la técnica de soplado de botellas de orientación biaxial. Una de las mayores características de este material es su aspecto medioambiental, ya que es totalmente reciclable. Fue en 1977 cuando la primera botella PET fue reciclada y convertida en un vaso. Hoy en día, el mercado de las fibras sigue siendo la principal salida para el rPET. Pero ¿por qué procesos pasa este material antes de ser reciclado para un nuevo uso?

Sistema de recogida

La directiva de la Unión Europea (UE) sobre los envases y residuos (2004/12/CE) estipula que los Estados miembros deben establecer un sistema de recogida para recuperar los envases usados. Sin embargo, corresponde a cada uno de ellos decidir el método de recogida más adecuado. Los sistemas de recogida de desechos posteriores al consumo que existen en los diferentes países son:

  • Depósito en calle: en este caso, los ciudadanos deben separar los materiales reciclables del resto de la basura depositándolos en bolsas específicas que serán recogidas. Normalmente, entre el 40% y el 60% de los materiales seleccionados se devuelven a través de este tipo de recogida.
  • Lugares de recogida: los ciudadanos deben deshacerse de los materiales reciclables en lugares específicos. Alrededor del 10% o 15% de ellos se recuperan a través de este método.
  • El sistema de relleno y depósito: este enfoque es muy común en países como Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, los Países Bajos o Alemania. Este sistema implica que las botellas se venden con depósitos reembolsables. Estos se pueden canjear al devolver la botella mediante maquinas expendedoras, por ejemplo. Estos programas de deposito logran tasas de devolución del PET muy altas, de un 90%, y tienen niveles de contaminación bajos.

Clasificación de los plásticos

En primer lugar, los plásticos recogidos se clasifican por material (PET, HDPE, etc.), luego se embalan para reducir el volumen y asegurar la rentabilidad del transporte y, finalmente, se venden a los recuperadores. Después de la clasificación, se compactan en fardos.

Para facilitar el tratamiento de los residuos de plástico y su reciclaje, la UE ha establecido un código (Resin Identification Code o RIC, integrado dentro del Catálogo Europeo de Residuos) que, mediante un patrón numérico del 1 al 7 y una serie de siglas, identifica el residuo en función del tipo de polímero plástico con el que está fabricado:

  1. PET o PETE (Tereftalato de polietileno): Envases y bebidas para botellas de agua, refrescos, etc.
  2. PE-HD o HDPE (Polietileno de alta densidad): envases de zumos, perfumes, detergentes líquidos, etc.
  3. PVC (Policloruro de vinilo): plástico tóxico que se usa para embalar productos no alimenticios como cables, tuberías, etc.
  4. LDPE (Polietileno de baja densidad): elementos fácilmente moldeables como botes exprimibles, tapas flexibles o bolsas de basura.
  5. PP (Polipropileno): habitual en la industria del automóvil y la construcción con el que se fabrican piezas de motores, baterías, embudos, etc.
  6. PS (Poliestireno): se fabrican muchos elementos de usar y tirar utilizados en alimentación como cubiertos, platos, bandejas, etc.
  7. Otros: aquellos clasificados con el número 7 y la letra 0 se consideran altamente contaminantes y son los únicos que no pueden reciclarse.

Aquellos que se recogen mediante el sistema de depósito son clasificados por los minoristas. Los que proceden de sistemas de recogida de calle se llevan a los centros de clasificación locales. En ambos casos, se puede realizar manualmente o mediante máquinas fabricadas para ello. Petcore indica que una investigación llevada a cabo por la Agencia de protección Ambiental de Estados Unidos revela que los sistemas automatizados ayudan a ahorrar alrededor del 25% de los costes.

Reciclaje mecánico

Existen dos tipologías principales de reciclado de PET: el mecánico y el químico. El más utilizado es el reciclaje mecánico y consiste en obtener escamas limpias de PET que son utilizadas directamente o mezcladas con polímero virgen en el proceso posterior de transformación para obtener otros productos finales. El grado de pureza del material recuperado es muy importante en este proceso.

Actualmente, en España se utiliza este sistema para recuperar el PET. Mediante este proceso se obtienen escamas con calidades optimas para fabricar lamina, fibra o fleje. En concreto, la distribución del rPET en el mercado es de un 65%, un 30% y un 3%, respectivamente.

Reciclaje químico

El reciclaje químico es otro de los procesos que se utilizan para recuperar los desechos postconsumo. Consiste en despolimerizar el PET utilizando agentes químicos, por lo que se pueden liberar sustancias tóxicas y perjudicar el medio ambiente. Para ello, hay diferentes procesos que se determinan en función de la calidad del material a tratar y de la demanda de productos intermedios. Estos son:

  • Glicólisis: el PET es disuelto en exceso de etilenglicol a altas temperaturas y la reacción de condensación es reversada.
  • Metanólisis: la despolimerización del PET se lleva a cabo por medio del tratamiento del polímero con altas cantidades de metanol en presencia de un catalizador a altas presiones y temperatura (180-280ºC).
  • Hidrólisis: el PET se hidroliza mediante un tratamiento de agua y otro de ácido para producir ácido tereftálico (TA) y etilenglicol. Estos requieren de una purificación antes de su reutilización. La hidrólisis comercial está menos establecida que la glicólisis y la metanólisis.

Ventajas del reciclaje de plásticos

El reciclaje de materiales plásticos proporciona más ventajas que inconvenientes y es hacia donde tiene ir la tendencia. Algunos de los beneficios más destacados son los siguientes:

  • Se reducen los residuos en los vertederos.
  • Se ahorran combustibles no renovables, ya que los plásticos se fabrican a partir de petróleo y al utilizar granza recuperada de residuos plásticos se reduce la necesidad de este recurso energético.
  • Los plásticos no pierden su contenido energético durante su uso, por lo que al final de su vida pueden ser usados como combustibles.
  • Se consume menos cantidad de agua en los procesos de reciclaje que en la producción primaria, por lo que se ahorra en recursos naturales.
  • En el proceso de reciclaje se disminuye la cantidad de sustancias químicas que se añaden para mejorar las propiedades de los productos plásticos.