El PET está cada vez más presente en los productos que usamos en la vida cotidiana ya que muchas industrias lo utilizan debido a las ventajas que ofrece.
A lo largo de los meses de más calor se utilizan con frecuencia muchos objetos que contienen PET reciclado. Gracias a su incorporación en la vida diaria, estos materiales ofrecen una mayor calidad a los consumidores y a precios más competitivos, ya que favorecen el desempeño de muchas industrias, como la alimentaria, la de la automoción, la de la salud o la textil. Además de aumentar significativamente la vida útil del plástico, el uso de envases PET permite acelerar la implantación de una Economía Circular y acerca más a las economías al objetivo futuro de cero residuos.
De pajitas a bañadores
De acuerdo a Eurostat, alrededor del 80% de la basura marina es de naturaleza plástica. Esto es particularmente grave por el hecho de que el plástico es un material que tarda en degradarse, con el consiguiente daño al ecosistema vegetal y animal. Para luchar contra esta situación, la Comisión Europea diseñó en 2018 una estrategia de Economía Circular en donde se establece el compromiso de que, para 2030, el reciclaje de plástico en el continente sea una industria rentable. Entre otros hitos, existe el desafío de que para 2025, se recicle en la Unión Europea el 65% de los envases plásticos y se incluya un 25% de rPET en botellas. En 2030, el objetivo es conseguir que todos los envases de plástico que se comercialicen sean 100% reciclables.
El uso del PET acelera la llegada de una Economía Circular y acerca a las economías al objetivo de cero residuos
A lo largo de los últimos años, cada vez un mayor número de productos elaborados con plástico reciclado, en especial a través del PET que es el más utilizado, se vuelven a comercializar, contribuyendo decisivamente a mejorar la sostenibilidad del continente. Estos son algunos ejemplos de objetos cotidianos que usamos hoy y que contienen un porcentaje significativo de plástico reciclado, y muchos de los cuales los utilizaremos con frecuencia este verano:
- Platos y vasos desechables junto a cubiertos de un solo uso, que se utilizan en todo tipo de fiestas, acampadas o, incluso, por parte de muchos bares. Aunque la mayoría de ellos son de plástico reciclado, también los hay elaborados a partir de maíz o celulosa.
- Cepillos de dientes desechables, indispensables si se va a pasar unos días fuera de casa. Un gran número de los que se venden en la actualidad en los supermercados contienen plástico reciclado.
- Botellas y pajitas. El PET está presente en muchas de las botellas de agua que se pueden adquirir para sofocar el calor en distintos establecimientos o máquinas de vending. Las pajitas también están elaboradas a base de plástico reciclado, aunque cada vez son una tendencia mayor las pajitas elaboradas con papel.
- El film transparente de empaquetado y otros envases de alimentación, que sirven para proteger la comida que se lleva en cualquier viaje sin que los alimentos pierdan ninguna de sus propiedades. También es habitual encontrar el PET en productos como bandejas, tarros, vasos o tuppers.
- Camisetas, bañadores y otras prendas de vestir, que se elaboran a través de poliéster reciclado. Desde un punto de vista técnico, no existe diferencia entre el poliéster tradicional y el reciclado, ya que son iguales en cuanto a su resistencia y poseen en general las mismas propiedades. Eso sí, en lo que se diferencian es en su impacto medioambiental, ya que el PET es un material mucho más sostenible.
- La producción de coches y otros vehículos. Europa lleva años apostando con fuerza por desarrollar una cadena de valor en el sector de la automoción cada vez más sostenible, por ejemplo, separando los depósitos de los automóviles fabricados con polietileno de alta densidad y los parachoques de polipropileno, ambos materiales de alto interés, antes de su trituración, para potenciar su reciclado. El resultado es la reducción en un 75% de la huella de carbono de los vehículos fuera de uso.
Para producir la mayoría de estos objetos hay que significar la labor de empresas como REPETCO, que recicla mediante un sistema patentado propio y respetuoso con el medioambiente envases de PET/PE multicapa alimentarios de origen postconsumo. Ello permite generar rPET pellets y rPE que podrán ser utilizados de nuevo en la industria alimentaria con bandejas y envases de láminas multicapa de PET/PE; en botellas para refrescos o detergentes; y en fibras para la industria textil y del automóvil. Se trata de un procedimiento único que es sostenible, respetuoso con el medioambiente y sin la utilización de combustibles contaminantes.
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El PET, el material más seguro para muchas industrias
El PET ofrece importantes ventajas para sus consumidores, como, por ejemplo:
- Su resistencia a la abrasión y ante posibles roturas.
- Su ligereza y flexibilidad.
- La consistencia química y térmica que soporta.
- Evita que agentes externos perjudiquen el sabor o estropeen la comida.
- Es fácilmente limpiable.
- Gracias a su transparencia, permite ver qué productos se alojan dentro de los envases fabricados con PET.
Además de estas ventajas, para las empresas productoras también aporta otros beneficios:
- Implica un coste de producción sensiblemente menor que el de otros materiales, lo que supone también menos consumo de agua y de energía.
- Se reduce el impacto medioambiental por el uso de recursos mientras se le ofrece una nueva vida útil al plástico, lo que contribuye a evitar que se generen residuos plásticos que pueden terminar afectando a los ecosistemas
- Gracias a su ligereza, también se reduce el consumo de combustible y el tiempo en los desplazamientos, algo fundamental en los repartos logísticos de segmentos como las cadenas de alimentación o las empresas de catering.
- Una reducción notable en costes para las compañías que se traduce al final en una mayor rentabilidad, a la vez que se envía un mensaje a la sociedad de compromiso con la sostenibilidad.
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