La Unión Europea (UE) se ha fijado como uno de sus grandes retos para los próximos años extender la Economía Circular a todo el tejido productivo y social del continente. Dentro de esta estrategia de sostenibilidad y protección del medioambiente, los plásticos juegan un papel fundamental, ya que pueden ser reciclados y reutilizados por un gran número de industrias.
Todo ello, además de reducir el impacto negativo sobre el ecosistema, favorece la utilización de un material que es limpio, barato, fácil de reciclar varias veces y que aporta un amplio abanico de beneficios para los consumidores.
Uno de los hitos fundamentales de la Economía Circular del plástico y de los envases rPET es el de consolidar un nuevo sistema que transforme por completo el tradicional modelo lineal de su consumo. Es decir, pasar del usar y tirar, acumulando residuos en vertederos que han agotado su vida útil y tardan en descomponerse, a otro circular, basado en el aprovechamiento constante de los envases de plástico, bajo el enfoque de reducir lo máximo posible la generación de residuos. De hecho, la UE se ha fijado como objetivo para 2030 rebajar el volumen de residuos urbanos en un 65% con respecto a los niveles actuales. Además, para ese mismo año todos los envases de plástico que se comercialicen en el entorno europeo tendrán que ser reciclables o reutilizables.
La UE pretende en 2030 haber reducido el volumen de residuos urbanos en un 65% respecto a los niveles actuales
Pero este reto no tiene solo una vertiente de sostenibilidad medioambiental, sino que también pretende aportar beneficios económicos. La reutilización del plástico servirá, por un lado, para mejorar el acceso a recursos para muchas industrias, abaratando los costes. Pero es que, además, ofrecerá una importante oportunidad de negocio para las empresas que apuesten por la innovación en el reciclaje de envases rPET, aumentando la gestión de los materiales plásticos y alargando su vida útil. De este modo, además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, se podrán generar nuevos puestos de trabajo en los próximos años.
En este sentido, cabe destacar la labor de compañías como es el caso de Repetco, que ofrece un sistema patentado propio, respetuoso con la naturaleza, a través de envases de PET/PE multicapa alimentarios de origen postconsumo. Por medio de un proceso único, se generan rPET pellets y rPE que pueden ser utilizados de nuevo en la industria alimentaria con bandejas y envases de láminas multicapa de PET/PE; en botellas para refrescos o detergentes; y en fibras para la industria textil y del automóvil.
Las ventajas de los envases PET
La economía del reciclaje del plástico requiere de una serie de procesos, químicos, mecánicos y hasta energéticos, para que sea posible desplegar todo su potencial. Esto significa la inversión en infraestructuras de una notable complejidad pero que, una vez en funcionamiento, redundan en una mejora evidente e inmediata en la reutilización de este material.
Uno de los desafíos se encuentra en el hecho de que ningún plástico se recicla de manera individual ni aislada, sino que se lleva a cabo mezclado con otros tipos de plásticos. A pesar de ello, los envases PET se pueden reciclar varias veces, lo que significa que su vida útil dentro de la economía es elevada, algo crucial para garantizar el acceso a los suministros para muchas industrias.
Los envases rPET se pueden reciclar varias veces, aumentando su impacto positivo para muchas industrias
Además de este importante beneficio, los envases rPET aportan otras ventajas, como que son fáciles de almacenar, transportar y limpiar. Su peso ligero les convierte en idóneos para su transporte y su distribución, lo que contribuye de manera decisiva para reducir el consumo de combustibles fósiles y, por lo tanto, las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Otros aspectos posibles de los envases rPET son:
- Su resistencia y flexibilidad
- Permiten al consumidor ver lo que albergan en su interior al ser transparentes
- Presentan una elevada resistencia a la abrasión
- Poseen una buena resistencia ante roturas
- Son fácilmente limpiables
- Su coste de producción es sensiblemente menor que el de otros materiales, lo que implica un menor consumo de agua y de energía
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